He asistido a una conferencia sobre coaching cuántico. En España el coaching está recién aterrizando y los más avezados ya están intentando poner su firma personal para distinguirse. Así que me encuentro con propuestas tan variadas como estas:
- Coaching sistémico
- Coaching cuántico
- Coaching a través de la risa
- Coaching político
- Coaching empresarial
- Coaching Zen
- Coaching deportivo
- Coaching espiritual
- Coaching ontológico
- Coaching para la seducción
- Telecoaching
En la conferencia de Oscar Durán Yates que a su vez es discípulo de John Demartini , se habló del colapso cuántico. Tela con el nombrecito, como diría mi maestro Fidel Delgado "una tontuna más", desde que vimos hace un par de años la peli "Y TÚ QUÉ SABES" todo es cuántico. No sabemos definir lo que es cuántico y ya se lo estamos colocando a nuestros productos !!!
El caso es que una de las únicas cosas que entendí con esta mente pequeña y "descuantificada" por la mindundez de mi ego dominante, fue un ejercicio muy bello.
Imagínate que te estás muriendo (o transitando al otro lado, como prefieras) no puedes hablar, no puedes gesticular, tus cuerdas vocales se han paralizado. Y en ese momento se te permite ver a algunas personas y decirles algo antes de que te vayas.
Todos escribimos lo que haríamos y sorprendentemente todos escribimos esto ,con matices, pero todos igual. Al leerlo en voz alta tuvimos un pequeño colapso cuántico, que no sabemos muy bien lo que es, pero nos llegó a lo más profundo de nuestro corazón.
Me gustaría en ese último instante hablar con cada miembro de mi familia y pedir perdón por los daños que le infringí, darles las gracias por todo lo que me dieron y finalmente les diría a cada uno de ellos lo mucho que les amo.
¿Por qué debemos esperar?. Pide perdón siempre que seas consciente de que has cometido un error, di un te quiero siempre que puedas y da las gracias por el don de existir.
"Cuando gozamos de un momento de amor incondicional, cuando no proyectamos nuestros valores limitadores y críticos y conseguimos disolverlos por un instante, vemos las cosas tal como son y somos uno con nuestra alma. Somos uno con nuestra esencia colectiva, no con nuestra existencia selectiva. En ese momento estamos más despiertos a nuestra versión espiritual"
John F. Demartini
